jueves, 30 de agosto de 2012

¿Con los pies en el suelo?

Lo dudo.

Y no será por no intentar clavarlos bien fuerte para sentirme estable. Pero mi cabeza debe poder con el resto del cuerpo y echa a volar y me arrastra tras ella, a sus mundos imaginarios y estúpidos, a lugares y calles que me he prohibido volver a transitar, a fotos que no debo mirar...

Venga ya... La autocompasiòn es una droga bastante adictiva. Pero no por el hecho de necesitarla para sentirla, sino porque por medio de ella, por medio de su dolor, puedes volver a revivir momentos una vez tras otra, y de esa forma siempre sigue vivo en ti.

Sí, no es real. Y es patético. Pero ser fuerte también es saber aguantar el dolor y saber que es eso, dolor, y que en el fondo puedes soportarlo.

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