Hay días en los que te das cuenta de que todos los esfuerzos realizados no sirven, que se los lleva la corriente de un río, aparentemente tranquilo, en calma, pero que esconde torbellinos bajo sus aguas superficiales, capaces de ponerte del revés. ¿Qué hacer entonces? ¿Seguir luchando a contracorriente soportando el dolor que provocan los cortes de ramas y piedras arrastradas por la corriente? O dejarse llevar por ésta hasta que finalmente te ahogue?
La corriente me arrastra y yo me voy quedando sin fuerzas para luchar contra ella...
querido davidlie, tú serás capaz de amansar esas aguas que dices, seguro. Todas las corrientes de agua pasan por tramos tranquilos y por rápidos. Porque están vivos.
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