La decepciòn ante uno mismo es la peor enfermedad. Ver que al final no eres fuerte, que no eres capaz de quererte lo suficiente como para mandar a la mierda los recuerdos y las partes trituradas e inservibles de tu corazòn... ¿Cuántas veces te has repetido hasta aquí? ¿Cuántas veces te has dicho y prometido no volver a caer en el sufrimiento y en la autocompasiòn provocada por la soledad que deja un amor fugitivo? No, parece que no aprendo. Y lo pepr de todo es que objetivamente lo veo y me escupo por ello. Por no ser capaz de cambiar. Por quedarme siempre en intentos fallidos, en cataclismos de lágrimas y ansiedad.
Me podría prometer que nunca más voy a caer. Pero eso ya lo he hecho muchas veces y no sé si lo cumpliré. Prefiero esperar al día en el que de verdad lo haga para volver a hablar de ello.
Hasta entonces, simplemente lucharé.
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