Pues oigan ustedes, he decidido que como ustedes soy yo mismo y nadie lee lo que escribo en este blog fantasma, que puedo utilizarlo como me de la gana, como si quiero vomitar sin parar lo que me salga de las narices.
Y la cosa es que me apetece vomitar, pero soy educado y no lo hago en público. Aquí simplemente pueden aparecer las primeras náuseas.
Y hoy, a las 4 y 15 de la mañana, después de un día de lo más extraño, estoy aquí sentado frente al ordenador, poniendo a punto mi movil con fotos y música, y me siento extraño. "Yo una vez fui Yo". Demasiados acontecimientos en poco tiempo. Y aquí sigo, moldeando con barro un "nuevo yo", que fantaseaba con que sería más fuerte, más inteligente y menos sensible. Sí, qué bien volverse insensible. Pues no puedo. Y el gran problema es que todos somos como somos. Y no cambiamos. Y yo soy como soy, aunque dejando cosas por el camino, algunas con mucho dolor.
Y al menos ahora ya puedo empezar a ir a dos patas, lentico y con taca taca, pero poco a poco. La vida son cambios, decisiones, miedos, ilusiones, decepciones, dolor, amor, alegría, tristeza, silencio, lágrimas... Ahora mismo cojo cada emoción como si fuese plastilina y la mezclo en una bola enorme que redondeo entre mis manos. Los colores se mezclan y a veces parece predominar uno más que otro. Finalmente me harto y me como la bola entera. Sé que me va a sentar bien, que mi cuerpo no va a tolerar bien todo esto. Pero es como debe ser. Hay que saber digerir lo bueno y lo malo, y aquí un servidor está aprendiendo a hacerlo.
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