Hace ya un tiempo que dejé de escribir por aquí. Sobre todo porque lo último que escribía no era del todo alegre, y lo que pretendía serlo me llevaba a puntos que no conocía de mí.
Han sido meses de grandes cambios, de viajar por mi interior hasta perderme y preguntarme si aún era yo. Y cuando más perdido creía que estaba, cuanto màs me alejaba de ese David que antes fui, más seguro y fuerte me sentía, pero también más cansado.
Y de repente, un día, ese viejo y herido David, ese Le petit Davidlie Poulain, soñador, confiado y algo ingenuo volviò a resurgir lentamente, más fuerte que antes, con más ganas de absorver por sus poros vida, con más ganas de ser el que siempre he sido.
Y hay factores que me están ayudando mucho a que me guste mucho mi nueva vida. Ahora mismo tengo cosad que me ilusionan. Y da un poquito de miedo, de vértigo. Pero creo que he vivido ya con miedo mucho tiempo, y ahora que tengo tantas cosas a mi alrededor que me llenan de color, es hora de pintar un arcoiris con ellas.
Voy preparando el lienzo para pintar
Mi nueva vida.